"No me ha dejado ni para bonoloto"

UN CUÑADO LE ARREBATA 
A OTRO TODAS SUS POSESIONES

El cuñado denunciado lo niega, alegando que todo se lo fue
regalando de buena fe

Es tan pesado que le vas diciendo a todo que sí, y mira… -se lamenta el cuñado desposeído

Empezó pidiéndole una barbacoa

-"Los cuñados dan muchas alegrías, pero a veces pasa esto..." -explica un trabajador social

En el juzgado nº 5 de Plaza Castilla se sigue el juicio contra David Gueta, acusado de haber arrebatado a su cuñado Ceferino Bermejo todas sus posesiones materiales y personales. Concretamente se le acusa de apropiación indebida, usurpación, estafa, suplantación de personalidad, hurto y alzamiento de bienes por un importe total de dos millones de euros. La relación sumarial de las posesiones reclamadas ocupa un total de tres folios a letra pequeña, y entre ellas se incluyen el piso de Alcorcón, un chalet de Torrevieja, dos millones de euros en metálico, ochenta mil acciones de Telefónica, un Nixan Patrol, una estantería de cocina, el home cinema, una secadora, un trastero, dos abonos para las corridas de San Isidro y el perro. 

Todo empezó con una barbacoa, que David Gueta se empeñó en que se la prestara un domingo con la promesa de que el lunes se la devolvía. No solo no se la devolvió, sino que con el transcurso del tiempo, el cuñado gorrón se fue apoderando poco a poco de todas las pertenencias de Ceferino,  quien se lamenta no haberle sabido parar los pies antes. Ahora mismo está en trámite de desahucio, dado que su cuñado Gueta vendió el piso del Alcorcón a sus espaldas, nunca mejor dicho porque ocurrió mientras estaba vuelto indicándole a otro señor la mejor forma de llegarse a la estación de Atocha.

-Es muy pusilánime  ... – confirma un tercer cuñado, testigo en la causa-  No sabe decir que no. Y el otro, que es un vivo… 

El cuñado gorrón ha manifestado en el juicio que está dispuesto a devolver la barbacoa, pero que lo demás no, porque es suyo legalmente, dado que se se lo fue dando  amablemente y sin ninguna contrapartida “porque era un tío cojonudo. Ahora ya no pienso lo mismo…”

Los cuñados son una fuente continua de alegría y satisfacción. Excepcionalmente,
este clima de fraternidad puede romperse y dar lugar  a puntuales desavenencias

Cada vez son más frecuentes los casos conocidos de cuñados que se denuncian los unos a los otros y pugnan entre ellos por sus mutuas posesiones. Antiguamente era más propio encontrarse con hijos que desvalijaban a sus padres, o nietos que aprovechaban la senectud de los abuelos para arrebatarles todo cuanto tuvieran de valor, hasta el punto de dejarles hechos unos cobardes.

Pero el caso de cuñados contra cuñados es una novedad que viene repitiéndose en los últimos años con una frecuencia alarmante, con picos en fiestas de navidad y periodos de comunión. Las armas con las que estos cuñados gorrones cometen sus fechorías suelen ser la verborrea y la machaconería, cuando no directamente el venga  y venga hasta que tienes que decirle que sí para que se calle y te deje de una vez. No siempre es fácil encontrar el camino del no. La policía aconseja desconectar de la cháchara del cuñado alfa y nunca asentir con la cabeza mientras se le escucha. Solo así conseguirá que no se le cuele alguna cesión inadvertida o, como en el caso de este señor de Alcorcón, acabar sin patrimonio y con todos sus bienes enajenados.

Portavoces de la policía explicando la mejor manera de proceder contra cuñados.
"Escuchar pero sin asentir con la cabeza" Al parecer, ellos mismos son cuñados y tienen
serias desavenencias sobre quíén habla primero en las ruedas de prensa

Es triste, pero ocurre –explica el comisario Villarejo, experto en violencia parental  hasta cuarto grado de afinidad. -Toda una vida de fraternidad familiar, buen rollo, hasta que un buen día y de repente te encuentras con que no conoces a tu cuñado, ése con quien has compartido tantos buenos ratos en celebraciones familiares y cenas de nochebuena. Es triste pero es que es así… 

El comisario Villarejo, no éste sino otro Villarejo también comisario,
explica su larga experiencia profesional con asuntos de cuñados que
primero son una delicia pero luego te llevas unos chascos...