domingo, 25 de junio de 2017

UN TURISTA BRITÁNICO SE METE
EN LA PISCINA SIN QUE NADIE PUEDA HACER NADA POR IMPEDIRLO

Muchos británicos preguntan qué es ese agua que
hay junto a las hamacas


-"Es la primera vez que nos ocurre esto" –confirma el director del hotel

Acabó mojado, y precisó de una toalla para secarse

Los servicios de inspección del ayuntamiento han redactado un informe




Pese a las advertencias de algunos testigos, un turista británico que leía plácidamente el Herald Tribune se levantó de repente de su hamaca, dobló pulcramente el periódico, se quitó las gafas de sol y se metió inmediata y sorpresivamente en la piscina, sin que pudieran hacer nada por evitarlo cuantos empleados del hotel pululaban en ese momento en torno a la piscina, incluidos el monitor de animación, un camarero que servía caipiriñas y el socorrista al que la maniobra le pilló totalmente desprevenido. Como consecuencia de la imprevista acción, el turista salió a los pocos minutos completamente mojado, siendo necesario que le habilitaran allí mismo una toalla para secarse.

-Es la primera vez que me ocurre una cosa así –confiesa el monitor de animación, que se encontraba muy cerca del turista en el momento de meterse al agua y fue requerido por la dirección del hotel para explicar el incidente- Los turistas británicos usan la piscina, sí, pero lo hacen saltando desde las habitaciones o bien se bañan de madrugada chapoteando  con alboroto y en compañía de los contenedores y extintores que meten al agua. Eso sí, por la mañana, todos tan tranquilitos tomando el sol y durmiendo en sus hamacas, y así durante todo el día, hasta las cinco para el té y luego a las nueve para emborracharse. Pero  levantarse de las hamacas para bañarse, nunca. Nunca.
 
Hay veces que los turistas abandonan en hotel sin saber
que hay una piscina tras las hamacas. A veces no
saben ni que están en una playa. Lo del Brexit, tampoco.

Una patrulla de los servicios de inspección del ayuntamiento pasó por el hotel “El guiri feliz” para interesarse por las circunstancias del suceso y elaborar un informe. El establecimiento fue advertido de que, de repetirse los hechos, tendrían que tomar las medidas adecuadas, como colgar flotadores en torno a la piscina, clorar el agua o poner un socorrista que supiera nadar. Afortunadamente el incidente no ha vuelto a repetirse y hoy por hoy no hay ningún turista británico, ni en este hotel ni en los de ninguna otra costa, que haya vuelto a levantarse de la hamaca para nada.

No solo les encanta nuestro sol, sino las curiosos dibujos
que, por causas desconocidas, deja en sus espaldas

Al parecer, la intención del turista británico en el momento de meterse a la piscina fue el de darse un chapuzón.

-Sí, quería darse un chapuzón. Eso al menos fue lo que nos dijo- aclara el director de “El guiri feliz”. Ya sabe usted que nosotros estamos para hacer lo más agradable posible la estancia del visitante en nuestras instalaciones, y si él quiere meterse en la piscina, pues se mete en la piscina. Nosotros, ahí,  todo lo más que podemos hacer es proporcionarle una toalla para cuando salga del agua.

Afortunadamente, el turista disponía de la indumentaria adecuada y cuando se metió a la piscina llevaba el bañador. De flores, pero bañador.

La verdad es que los turistas británicos no son muy exigentes
con su lugar de vacaciones. Con que haga sol y les dejen unas hamacas...

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