sábado, 25 de marzo de 2017

Por fin buenas noticias para McLaren

UN REVOLUCIONARIO MOTOR PERMITIRÁ AL COCHE DE ALONSO ACABAR LAS CARRERAS ENTRE LOS QUINCE PRIMEROS

Correr, no corre, pero mola que te cagas

-Y si algún coche abandona, igual acaba el trece, o el doce… -confirma orgulloso el patrón de la escudería

El revolucionario sistema se basa en el motor de un Simca 1000, mejorado

-Es un sueño hecho realidad –confiesa el piloto- No me creo que no vaya a acabar entre los últimos.



Los días de vacas flacas y brindis al sol se han acabado. En la escudería MClaren todo son abrazos y felicitaciones por lo que parece ser el fin de los puestos ignominiosos y contemplar el final de la carrera desde el padoc. El nuevo y revolucionario motor Honda acoplado a la carrocería del monoplaza de Fernando Alonso está en condiciones de asegurarle un puesto entre los quince primeros de cada carrera. 

-Y eso si no abandona alguno antes, porque en este caso podríamos llegar al puesto trece, o al doce… -fantasean eufóricos los mecánicos de la escudería.

El milagro de este nuevo motor revolucionario que promete cuotas de clasificación nunca antes vistas en los últimos años, con picos entre los puestos doce a diecisiete, se ha producido al aprovechar el motor de un viejo  Simca 1000 que tenía el abuelo de un mecánico del equipo y petrolearlo con mucho cuidado, amén de un par de mejoras técnicas como el cambio de bujías y unos buenos martillazos para corregir un par de defectos del chasis. El resultado salta a la vista. El nuevo coche de Fernando Alonso, si ya era bonito de por sí con ese hermoso e refulgente tono naranja,  suma ahora el elemento crucial que le hacía falta para acabar las carreras sin hacer siempre el ridículo: una cierta velocidad.

El Simca 1000 cuyo motor fue aprovechado -y mejorado- para instalarlo en el
McLaren de Alonso. A punto estuvieron de aprovechar también el chasis y la carrocería,
pero comprobaron que a este diseño no le sentaba bien el naranja

-Es un sueño hecho realidad –confirma un pletórico Alonso que no para de reír y de felicitar a su jefe de mecánicos por la mejora –Hamilton ya no se reirá de mí por doblarme tres o cuatro veces en cada gran premio. Ahora me doblará una vez, dos a lo sumo,  pero ¿tres y cuatro como antes? Eso ya es historia… -concluye un Alonso exultante mientras se aplica crema bronceadora a la cara y despliega su sillita en el sitio de mirar las carreras de costumbre.

-Por si acaso -dice, siempre previsor no sea que las cosas salgan mal y me lo quiten...


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