ANTONIO LÓPEZ DENUNCIA QUE EL CUADRO DE
LA FAMILIA REAL TODAVÍA NO ESTÁ ACABADO
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Antonio López, sopesando repetir el cuadro porque hay cosas que no acaban de convencerle |
“Nos lo llevamos esté como esté”, dijo el artista que le dijeron muy
enfadados los de Patrimonio.
Al cuadro le faltaban unos añitos para acabar de pulirlo.
El artista cobraba por horas.
Veinte años después de que
Antonio López se pusiera a pintar el cuadro de la familia real, el artista ha
denunciado que unos señores de Patrimonio irrumpieron en su estudio a
voces y, con cajas destempladas, le cogieron el cuadro, se lo echaron al hombro
y, sin embalar ni nada, se lo llevaron a toda prisa hacia el Palacio de
Oriente, donde todo estaba preparado para su inmediata exposición y sin que le
dieran tiempo a acabar unas cosillas que todavía le quedaban por rematar.
-Al cuadro le quedaban unas cosillas
por rematar, nada, tres o cuatro tonterías. En cinco años que me hubieran
dejado, ya estaría perfecto. Pero no.
Antonio López ha denunciado que él
en esas condiciones no se responsabiliza de la calidad de la obra y que con
prisas no se va a ninguna parte.
-Si tenían prisa, haberlo dicho. Precisamente estoy ahora con un retrato de boda de unos
marqueses que, si todo va bien, para el 2027 ya lo tienen en su casa. ¿Me han
metido prisa? Ninguna. Todo lo contrario. Me han dicho “cuando eso, ya eso…” ¿ve? así sí se pueden hacer las cosas como
Dios manda.
Los comisarios de la exposición han
dicho que están muy satisfechos con la pintura, pero eso al parecer es
de boquilla para fuera y de cara a la galería, nunca mejor dicho, porque en el
fondo se quejan de que el cuadro parece sacado del túnel del tiempo, que los trajes de la familia real se han
pasado tanto de moda que parecen comprados en Simago, y que la gente en el extranjero va a decir
que vaya familia real más cutre que tenemos.
-Pues yo estoy mucho mejor ahora, de solateras...- dijo el Rey. No el Rey, sino el otro Rey.
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Don Juan Carlos, intentando convencer a Antonio López de que pinte en un ladito a la Corina |
Por ello los técnicos de
Patrimonio han constituido un gabinete de crisis y están pensando dejar el
cuadro, no en el Palacio Real, sino en el Museo Antropológico, así, en plan retro,
como hecho adrede, una muestra representativa del paso del tiempo en las
vestimentas regias.
-Lo único que celebramos es que
no está Urdangarín, pero vamos, de pura chiripa, porque la infanta era una
cría. Que tío más lento...
El artista en cambio esgrime con
rotundidad que lo de su parsimonia es una leyenda urbana y que él se estaba
dando una prisa tremenda. “Vamos, me ve usted pintar, y no ve las manos”, asegura. En lo relativo a los trajes, aduce que él ya
tenía perfectamente calculado que la moda es cíclica y que para el dos mil
veinte las prendas reales estarían otra vez plenamente vigentes, modernas, a la última, vamos, de una
actualidad rabiosa...
-Pero claro, me vienen con prisas…
Un equipo de investigación de la
Sexta Columna ha conseguido sacar a la luz el contrato firmado por el artista para la
realización de la obra, una de cuyas cláusulas especifica que el cuadro
se pagará por horas. El consejo de administración del Patrimonio está
deliberando si denunciar el contrato o pedir a Bruselas otro rescate parcial para pagar
la minuta.
-Vamos, que compramos Los Lirios
de Van Gogh y aún nos hubiera quedado para un par de Murillos –se quejaba
amargamente un directivo del patronato.
-Ni pa tí ni pa mí, dos añitos –dicen
que dijo el artista al ver salir el cuadro por la puerta. Ya en las escaleras,
aún apuró para ir dándole sobre la marcha unas pinceladitas…
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Los Reyes, persuadiendo a Antonio López de que no se fuera a casa a pintar otra Rendición de Breda "pero con más lanzas", como amenazó. |